China
se usa, con razón, como gran ejemplo de los daños de la
industrialización sin regulación, y de anteponer el crecimiento
económico por encima de la salud de los ciudadanos.
China
es la principal fuente de contaminación del planeta a la hora de
hablar de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). La
contaminación de China “asfixia” a su población pero el
implacable regimen “dictorial” no da alternativas para que la
“cansada” ciudadanía exija el cambio. Este país tiene el record
de 16 de sus 20 ciudades más contaminadas del mundo. Lo cotidiano en
estos lugares son la niebla, la imposibilidad de ver el Sol y el aire
sucio. La contaminación atmosférica en las ciudades chinas es cada
vez más preocupante para los jefes políticos y para el resto del
mundo, debido a los problemas que causa esa contaminación. Esta
contaminación es tan grave que es posible verla desde el espacio.
China es uno de los países que más rápidamente está agotando sus
recursos. Científicos asiáticos han afirmado que para el año 2030
no quedará agua potable en China. Más de 750.000 personas mueren al
año en China prematuramente por culpa de la contaminación. Ciudades
como Shanghai o Pekín tiene gran parte de culpa de esta
contaminación. Los niveles de smog en Pekín alcanza los 600
microgramos por cada metro cúbico de aire.
Algunas
de las consecuencias de esta gran contaminación son, por ejemplo: la
salud de las personas residentes en China, que están continuamente
expuestas a ese tipo de sustancias, comienzan a resentirse con
enfermedades como intoxicaciones con plomo, problemas respiratorios,
asma, riesgo de incremento de cáncer de pulmón o bajo peso de los
recién nacidos. Estos son algunos de los muchos problemas que se han
descubierto. La grave contaminación habitual en China, provoca la
muerte prematura de miles de personas en el país cada año y ha
empeorado el número de casos de cáncer de pulmón en la capital.
Tiene otra consecuencia derivada como consecuencias catastróficas
sobre la agricultura y la alimentación.
He
elegido este tema porque creo que China está en riesgo, tanto sus
habitantes como su medio ambiente. Pienso que deberían reducir el
número de fabricas ya que su excesiva contaminación en el aire nos
afecta a todos y cada uno de nosotros.
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