Rocas "vivas" en el valle de la muerte
A principios de la década de los años 40 descubrieron cientos de rocas en el Valle de la muerte, en california, algunas de ellas pueden pesar hasta 320 kilogramos, dejaban tras de sí un rastro de movimiento, como si se hubieran desplazado reptando, el misterio y lo paranormal han rodeado todo lo relacionado con estas "rocas errantes" o tambien llamadas "rocas zombies". Ahora, gracias a las nuevas tecnologías y mucha paciencia, científicos afirman haber encontrado la respuesta definitiva que explica el extraño movimiento de estas piedras y el rastro que dejan en el terreno.
Para descifrar el misterio, un grupo de científicos liderados por Richard Norris, trasladaron 15 rocas equipadas cada una con un GPS hasta el Valle de la Muerte, las cuales registrarian el más mínimo cambio de posición de las mismas. Cada una fue supervisada con la ayuda de una estación meteorológica de alta resolución y cámaras que grababan cada lapso de tiempo en dirección sureste.
Aunque los científicos sabían que este experimento podría ser de muy larga duración (estimaban hasta 10 años de espera), algo sucedió un par de años después, en el invierno del 2013, que permitió ver como se desarrollaba este fenómeno y permitió explicarlo en su totalidad antes de lo esperado.
Según lo observado, los cientificos afirman que para que ocurra el extraño movimiento deben coincidir una serie de eventos que inusualmente lo hacen. En primer lugar, el terreno debe llenarse de agua lo suficientemente profunda como para que se forme hielo flotante durante el invierno, pero a su vez, también debe ser poco profunda, como para que las rocas queden expuestas. Durante la noche, con la caída de las temperaturas, se forma entonces una capa de huelo muy delgada, de entre 3 y 6 mm que atrapa momentáneamente las rocas. Al volver el día, las temperaturas vuelven a subir y la fina capa helada comienza a fundirse, quebrarse y formándose placas que con facilidad se mueven por el viento. Así es que estas, a su vez, mueven las rocas muy lentamente, a velocidades de apenas entre 2 y 5 metros por minuto en la dirección determinada por el viento, así como la del agua que fluye bajo el hielo.
Este suceso me parece muy interesante por el hecho de ver objetos inertes moviendose o al menos dar la ilusion de que se mueven ellos solos sin ningun tipo de evento externo, si no hubiera sido por la ciencia, pensariamos que las rocas del Valle de la muerte tienen vida.
José Carlos García Rubio-1ºBachA
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