12 ene 2019

Identificados los genes relacionados con la tendencia a la monogamia


Identificados los genes relacionados con la tendencia a la monogamia


Resultado de imagen de topillos de la pradera
                                                                      (topillos de la pradera)

Bárbara González
12 de enero 13:45

Ser feliz con la misma pareja de toda la vida es una de las aspiraciones que sustenta la población, aunque la relajación de costumbres y una vida cada vez más larga lo hagan imposible . Pese a tratarse de una rareza entre animales, la monogamia existe. Por eso tienen tanto interés los estudios que exploran en los orígenes de esta forma de organización.
La revista científica "PNAS" publicó uno de estos trabajos en los que se trata de comprender la transición hacia la monogamia de animales distintos a lo largo de los últimos 450 millones de años. Los científicos de la Universidad de Texas, estudiaron cinco pares de especies parecidas en la que una era monógama y la otra no. En el equipo de la monogamia, se escogió a los ratones californianos, los topillos de la pradera, bisbita alpino, la rana venenos y un pez que vive en el lago Tanganica. En el lado polígamo quedaron los ratones ciervo, los Microtus pennsylvanicus, el acentor común, otra rana venenosa y otro pez cíclido africano.
A pesar de tratarse de especies similares, en una de ellas machos y hembras se emparejaban al menos durante la temporada de apareamiento y compartían las tareas de alimentar a las crías. Estos animales seguían siendo monógamos aunque tuviesen algún escarceo ocasional. Entre los polígamos, los machos trataban de difundir su esperma tanto como fuese posible, pero no se preocupaban de si sus descendientes sobrevivían o no.
Aunque, pese a tratarse de animales tan distintos, el análisis del cerebro de los machos reveló que la distinta expresión de una misma serie de genes se asociaba a un individuo polígamo o a uno monógamo. Los resultados indican que la monogamia ha surgido de manera independiente muchas veces por el cambio de expresión de genes que están tanto en monógamos como en promiscuos. En particular, se encontraron alrededor de 24 genes cuya actividad en el cerebro tiene una relación con el comportamiento monógamo.
Una de las especies  en este estudio, el topillo de la pradera, es una de las favoritas para tratar de entender a ese grupo de mamíferos monógamos. Al contrario de lo que sucede con otros, que rehúyen a la hembra después de culminarla, algo sucede en el cerebro de los topillos que genera un vínculo que perdura. Estas parejas, cuidan a sus crías y no parecen perder la pasión .Investigadores de la Universidad Emory, descubrieron que esta forma de vida se encontraba en receptores de la vasopresina y la oxitocina que tienen los topillos en el cerebro que regulan la recompensa .Gracias a estos mecanismos parecidos a los que provocan las adicciones, el cerebro de estos animales asocia una sensación placentera a la presencia de una pareja. Experimentos con otras especies de topillos similares, pero promiscuos, mostraron que si se les da de manera artificial estas hormonas , se convertían en seres monógamos.
Para quienes buscan una respuesta clara sobre si nuestra especie es o no monógama por naturaleza este estudio no la tiene. “No hemos estudiado esta pauta de expresión genética en humanos”, apunta un investigador, en parte porque no se puede tomar el cerebro de un humano para analizarlo como han hecho con el resto de animales. Pero incluso si se hiciese, no se encontraría una pauta única.

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